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miércoles, 24 de febrero de 2010

Rinde Joan Manuel Serrat tributo a Miguel Hernández

Por Armando Manzo Vieyra

Fue en 1972 cuando Joan Manuel Serrat decidió darle música a los textos del poeta oriolano Miguel Hernández, y es este 2010, año en que se cumple el centenario de su fallecimiento, que vuelve a retomar la prosa poética para dar vida a su nueva producción discográfica llamada “Hijo de la Luz y de la Sombra”.

Para Serrat, involucrarse nuevamente en la obra del escritor de Orihuela ha surgido de dos intenciones, una es la celebración del centenario del nacimiento del poeta y la segunda la intemporalidad de sus versos.

“Una razón es que este año se cumple el Centenario del nacimiento del poeta y, como viejo amigo que soy, me sentía en la obligación de celebrarlo desde los escenarios. La gente me lo iba a pedir. La gente ama al poeta y, como yo, no dejaría pasar la onomástica sin recordarla.

“La otra razón que me ha empujado a volver sobre la obra de Miquel Hernández, la más importante y la que me convenció del interés y validez del proyecto es la intemporalidad de su poesía, la vigencia de sus versos más allá del lugar y el tiempo en que vieron la luz, más allá del contexto en que nacieron, versos que siguen sonando tan sólidos y frescos como si hubieran sido escritos ayer y aquí”, señala Serrat al respecto, en su página de internet.

En ese trabajo de recuperación de los textos de Hernández, el escritor de ‘Tu Nombre Me sabe a Hierba’ y ‘La Fiesta’, confía en promover los versos entre el público en general.

“Me gustaría que este trabajo ayudase a acercar al público la poesía de Miguel Hernández, a mi entender uno de nuestros poetas contemporáneos fundamentales, y que la gente, más allá de las canciones, encuentre en los libros el alma del poeta”, comenta el catalán.

De los versos musicalizados de Miguel Hernández y que se colaron dentro del gusto popular se encuentran ‘Para la Libertad’ y ‘Nanas de la Cebolla’.

“Hijo de La Luz y de la Sombra” musicaliza los textos ‘Uno de Aquellos’, ‘Del Ay al Ay por el Ay’, ‘Canción del Esposo Soldado’, ‘La Palmera Levantina’, ‘El Mundo de los Demás’, ‘Dale que Dale’, ‘Cerca del Agua’, ‘El Hambre’, ‘Tus Cartas Son un Vino’, ‘Si Me Matan Bueno’, ‘Las Abarcas Desiertas’, ‘Solo Quien ama Vuela’ e ‘Hijo de la Luz y de la Sombra’.

martes, 24 de marzo de 2009

A-MAR EN FUGA



TEATRO
Fuga de emociones y confrontaciones
Por Armando Manzo Vieyra

La confrontación con uno mismo. Las emociones a flor de piel y la necesidad de escapar de ellas. La batalla entre el yo interior y el exterior así como la aceptación de lo que conforma a uno como individuo son parte de las premisas mostradas en la puesta en escena “A-mar en Fuga”.

Dirigida por Marco Vieyra y con la actuación de Isabel Piquet, la obra discurre en un monólogo que atrapa desde el principio, donde la problemática interior queda al descubierto y cada uno de los espectadores toma lo que le corresponde para añadirla a su realidad.

La escenografía, aunque mínima, ofrece todo un panorama de emociones, vivencias, pensamientos y representaciones que permiten integrarse al mundo de la protagonista, convirtiéndose ésta en el espejo de las desventuras, las venturas, las ideologías y las acciones que nos rodean en este mundo lleno de egoísmos y donde la individualidad se va perdiendo cada vez más.

Reconocido por sus trabajos como “Sod”, “Novecento”, “Circo Para Bobos” y “El Último Piso”, el director ofrece una adaptación de textos de la dramaturga española Angélica Liddell y del escritor estadounidense Chick Palahniuk (creador de la novela “The Fight Club”, que fuera llevada al cine y protagonizada por Brad Pitt y Edward Norton), rescatando la crudeza de las palabras, pero agilizándolas de tal forma que el espectador cae presa de un humor negro que arrebata y cautiva.

La interpretación de Piquer ayuda al mismo texto a ser aceptado sin fricciones, la candidez pasando por la exasperación y la sensualidad motivan al espectador a formar parte de la obra, cuando así lo requiere la actriz. Su energía queda impresa en la mente y sus palabras son asimiladas, ya sea con la crudeza de su certeza o con la gracia chispante de algo que se sabe cierto, pero que difícilmente se reconoce.

“A-mar en Fuga” es una obra de búsqueda, de reconciliación y digna de ser parte de la memoria teatral del espectador. A pesar de no encontrarse en temporada, su itinerancia y su presencia en los escenarios de la República Mexicana la hacen un suceso que no se debe de dejar escapar.